En este artículo intentamos explicar qué es una ciudad inteligente, de donde viene el concepto y qué conjunto de ingenierías necesita para su total despliegue. Además abordamos el grado de utopía del concepto y estudiamos a qué ciudades puede aplicarse este concepto, habida cuenta de los costes inherentes, de la validez de los sistemas de información para cada rango de población y de la utilización de este paradigma con fines marketinianos y políticos. Finalmente enumeramos algunos ejemplos de ciudades inteligentes en el mundo y especialmente en España.

 

¿Qué son las ciudades inteligentes?

El concepto de «ciudad inteligente» a veces también denominado «ciudad eficiente» o «ciudad súper-eficiente», procede del término inglés “smart city” y se refiere a un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad, que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas, y de ss propios habitantes (tanto residentes como itinerantes), tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales.
Es un concepto emergente, y por tanto sus acepciones en español y en otros idiomas, e incluso en el propio idioma inglés,? están sujetas a constante revisión. Es también un término actual, que se está utilizando como un concepto de marketing (mercadotecnia) en el ámbito empresarial, en relación a políticas de desarrollo, y en lo concerniente a diversas especialidades y temáticas.

El diseño sostenible es la filosofía de diseño de objetos físicos de acuerdo con principios de sostenibilidad económica, social y ecológica. Abarca tanto el diseño de pequeños objetos de uso cotidiano, como el diseño de edificios y en las ciudades o superficie terrestre.

Es decir que una ciudad inteligente sería aquella que aplicando un conjunto de tecnologías, consigue alcanzar la sostenibilidad económica, social y ecológica.

Debemos aclarar que no es lo mismo una ciudad inteligente que una ciudad con inteligencia. Una ciudad con inteligencia se puede definir como un ambiente inteligente, que introduce tecnologías de información y de comunicación (TIC) para inducir la creación de ambientes interactivos. Con esta perspectiva, una ciudad con inteligencia (o en términos más generales un espacio con inteligencia) se refiere a un ambiente físico en el cual las tecnologías de la comunicación y la información, además de implantar extensos sistemas de sensores, insertan también mecanismos de medición en los propios objetos físicos y en los propios ambientes en los que trabajamos, descansamos, viajamos, y realizamos actividades sociales diversas en relación a esparcimiento, cuidado de la salud, etc. (Steventon-Wright-2010).

El concepto Smart City surge de la evolución de las llamadas Ciudades Digitales, que en el año 2004 nacen en España tras un trabajo que realizó el Ministerio de Industria con la elaboración del primer programa de Ciudades Digitales que se abordaba en el mundo. Desde entonces ha habido diversas iniciativas para seguir impulsando este trabajo primigenio.

 

Hacia la gran utopía de las ciudades inteligentes

Una ciudad o complejo urbano podrá ser calificado de inteligente en la medida que las inversiones que se realicen en capital humano (educación permanente, enseñanza inicial, enseñanza media y superior, educación de adultos…), en aspectos sociales, ?en infraestructuras de energía (electricidad,? gas),? tecnologías de comunicación (electrónica, Internet) e infraestructuras de transporte,? contemplen y promuevan una calidad de vida elevada, un desarrollo económico-ambiental durable y sostenible, una gobernanza participativa,? una gestión prudente y reflexiva de los recursos naturales, así como un buen aprovechamiento del tiempo de los ciudadanos.

Las ciudades modernas, basadas en infraestructuras eficientes y durables de agua, electricidad, telecomunicaciones, gas, transportes, servicios de urgencia y seguridad, equipamientos públicos, edificaciones inteligentes de oficinas y de residencias, etc., deben orientarse a mejorar el confort de los ciudadanos, siendo cada vez más eficaces y brindando nuevos servicios de calidad, mientras que se respetan al máximo los aspectos ambientales y el uso prudente y en declive de los recursos naturales no renovables.

 

Elementos necesarios para una ciudad inteligente

Vamos a recorrer los elementos antes enumerados para desarrollarnos y lograr conocer que debería tener una ciudad inteligente. Avisamos que el desarrollo de estos criterios es nuestro y por tanto tienen la validez que se les quiera dar:

1.- Capital humano (educación permanente, enseñanza inicial, enseñanza media y superior, educación de adultos…):
Sin duda un aspecto muy importante en la época actual en que mucha gente hace estudios superiores que no les garantiza un futuro profesional deseable y entonces se ve abocada a realizar muchos cursos adicionales de dudosa utilidad.

2.- Aspectos sociales:
Muy difíciles de medir. Pueden tener que ver con la satisfacción de la opinión pública, con la transparencia informativa, etc.

3.- Infraestructuras de energía (electricidad,? gas):
Uso eficiente y seguro de estas energías.

4.- Tecnologías de comunicación (telefonía móvil, videoconferencias, Internet):
En esta asignatura los avances son bastante buenos y no parece que sea necesario hacer especial énfasis.

5.- Infraestructuras de transporte:
Sin duda uno de los aspectos en que más desarrollado está el concepto de ciudad inteligente.

6.- Promoción de una calidad de vida elevada:
Muy difícil de medir. La calidad de vida se puede estimar a partir de condiciones de muy diverso tipo: económicas, sociales, políticas, de salud y naturales. En la práctica tiene mucho que ver con las condiciones económicas y de salud.

7.- Desarrollo económico-ambiental durable y sostenible:
Aquí recogen aspectos típicamente económicos y de normativa urbana de prevención de actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas. Un poco difícil de conjugar la gig-economy que tanto se está desarrollando.

8.- Gobernanza participativa:
En principio este punto se resuelve con la existencia de iniciativas municipales de consulta no vinculantes sobre gran diversidad de temas.

9.- Gestión prudente y reflexiva de los recursos naturales:
Aplicable a ciudades próximas a recursos naturales destacables como géisers, ríos, playas, montañas, etc. Esencialmente son aspectos de urbanismo y regulación de la actividad económica.

10.- Buen aprovechamiento del tiempo:
Para aprovechar el tiempo del ciudadano, sea empleado, desempleado, estudiante, ama de casa o jubilado, deben hacerse dos cosas: reducir los tiempos muertos dedicados a esperar en filas, transportarse o hacer trámites y ser informado puntualmente de formas de evitar aglomeraciones indeseadas.

 

Dos visiones diametralmente opuestas

Tras pensar un tiempo en todos estos puntos, no podemos menos que llegar a contradicciones, al vislumbrar dos visiones muy diferentes:
– Una visión, en la que muchos de los puntos considerados tienen mucho que ver con la existencia de sociedades ricas, en grandes aglomeraciones urbanas con una gran inversión, con el desarrollo de una actividad privada muy orientada por una iniciativa pública municipal dotada de una amplia reglamentación que regule con detalle una gran cantidad de aspectos relativos a la calidad de vida de sus ciudadanos y la protección del medio ambiente urbano. Toda esta inversión y reglamentación haría muy costoso y lento el desarrollo de la ciudad y seguiría aumentando el importante grado de externalización de muchas empresas hacia entornos urbanos más sencillos, obligando a muchos ciudadanos a dejar su ciudad inteligente todos los días para ir a trabajar a 30 Km., a cambio de un mal sueldo, con el que pagar luego los altos impuestos que esta ciudad perfecta tendría. Tan solo una pequeña élite de altísimo poder adquisitivo seguiría viviendo y trabajando en la propia ciudad.
– Una visión, en la que la ciudad es un municipio pequeño, con unos habitantes que trabajan casi todos en su propia localidad, la mayoría desde su casa, con todos los servicios telemáticos, con el tráfico incesante de drones que traen gran cantidad de pequeñas mercancías exclusivas que sus habitantes compran por Internet y con unos costes operativos mínimos.

¿Cuál de las dos ciudades es más inteligente y lo que es más importante, cuál de los dos grupos de ciudadanos es más inteligente?

 

Algunos ejemplos de ciudades inteligentes en España

Diversos autores consideran que son ciudades inteligentes en España las siguientes:
– Barcelona
– Santander
– Móstoles
– Zamora
– Elche
– Soria

 

Algunos ejemplos de ciudades inteligentes en el mundo

Diversos autores consideran que son ciudades inteligentes en el mundo las siguientes:
– Tokio
– Amsterdam
– Singapur
– Santiago de Chile